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15 de octubre de 2012

Dead End (2003)

A finales de los años 90s, el gran éxito comercial de múltiples cintas de horror trajo un renovado interés en el género, que se volvió una especie de renacimiento durante la década siguiente. El género del horror volvió a ser un producto rentable, al grado que incluso los grandes estudios se dieron a la tarea de producir filmes horror para satisfacer la demanda, resultando en la realización de remakes de alto presupuesto de muchas de las cintas clásicas del género (ejemplo perfecto: "The Texas Chainsaw Massacre" del 2003). Sin embargo, y como había ocurrido en décadas anteriores, a pesar de la cantidad de cintas producidas, no siempre se alcanzaba una buena calidad, y muchas de estas cintas, remakes o no, resultarían ser bastante olvidables. Sin embargo, una ventaja de esta popularidad fue un retorno del horror independiente, que como en ocasiones anteriores, sería donde finalmente se producirían las cintas más interesantes. "Dead End", co-producción franco-americana de corte independiente estrenada en el 2003, sería un buen ejemplo de esto.

"Dead End" (literalmente "Camino sin salida"), es la historia del viaje familiar de los Harrington, quienes se dirigen a casa de la abuela para pasar las fiestas navideñas. En el auto viajan Frank (Ray Wise) y Laura Harrington (Lin Shaye), sus hijos Marion (Alexandra Holden) y Richard (Mick Cain), así como el novio de Marion, Brad (Billy Asher). El sueño y los nervios hacen que Frank casi choque con otro automóvil, por lo que para aliviar la tensión, decide tomar una ruta alterna. A Laura le molesta esto, y comienzan nuevamente a discutir, cuando Frank ve a una mujer de blanco (Amber Smith) cargando un bebé por el bosque. Frank decide regresar e investigar si la joven se encuentra bien, pues luce herida. Deciden llevarla a una cabaña que se encontraba unos kilómetros atrás, con el fin de pedir auxilio. La cabaña luce vacía, así que Frank y Laura deciden investigar. Richard y Marion abandonan el auto dejando a Brad a solas con la extraña mujer, quien le muestra que el bebé está muerto. Al regresar, los Harrington descubren que Brad ha desaparecido, pero es sólo el comienzo de su viaje por una oscura carretera sin salida.

Escrita y dirigida por los cineastas franceses Jean-Baptiste Andrea y Fabrice Canepa, "Dead End" presenta una trama inteligente donde los problemas familiares de los Harrington salen a relucir a medida que se adentran más en el camino y avanzan en este desquiciante viaje nocturno. Y este es precisamente el gran logro de "Dead End", pues aunque la historia no sea la más original del género, es la forma en que Andrea y Canepa van desarrollando a sus personajes lo que la vuelve realmente interesante. Los odios, los rencores y lo secretos van saliendo a relucir a la par que la familia trata de mantener la cordura frente a los extraños sucesos que ocurren en el camino, y a las muertes que van ocurriendo en su viaje. Mezclando con mucha creatividad el suspenso con la comedia, Andrea y Canepa crean una historia que se mueve grácilmente entre el humor más negro y el horror más clásico, sin perder nunca el tono. El final quizás sea un poco muy predecible, pero realmente lo que hace a "Dead End" realmente especial es más bien el viaje, no tanto su destino.

En "Dead End", los directores Andrea y Canepa dejan de lado la violencia gráfica y optan por un estilo que basado mucho más en la atmósfera y el suspenso que en el shock visual. Con gran habilidad, los cineastas logran generar una muy efectiva sensación de paranoia a medida que los Harrington descubren que algo no esta nada bien en esa carretera. Ciertamente, el descenso a la locura que vive esta familia es una total pesadilla, y los directores realmente crean esta atmósfera surreal gracias a una muy efectiva puesta en escena que, como se mencionó anteriormente, se basa más en sugerir que en mostrar. Esto último bien podría ser resultado de limitaciones en el presupuesto, sin embargo, es una decisión sabia pues permite a los directores explorar un tipo de horror más psicológico que visceral. Aunque tal vez no sea realmente el mejor trabajo del cinefotógrafo Alexander Buono, hay algo en el estilo que maneja que remite mucho al cine de horror sobrenatural de los años 80s (como "Phantasm"), y que los directores usan a su favor con buenos resultados.

Sin embargo, mucho del éxito de "Dead End" recae en sus actores, ya que es una cinta basada principalmente en sus personajes y el cómo se relacionan entre sí. Y afortunadamente, "Dead End" cuenta con excelentes actuaciones de parte de los veteranos Ray Wise y Lin Shaye. Como la figura paterna de los Harrington, Ray Wise realiza un trabajo soberbio al presentar un personaje duro y agresivo pero que esconde un miedo sobrecogedor a lo que está experimentando. Wise crea un personaje bastante más complejo de lo que aparenta, y aunque por momentos se ve sobreactuado, en general logra realizar uno de sus mejores trabajos en "Dead End". Por su parte, Lin Shaye realiza una actuación de alto nivel como su esposa, Laura. Interpretando a un ama de casa llena de secretos, Shaye hace un trabajo brillante, particularmente al manejar la comedia, ya que es su personaje quien da el toque de humor negro a la trama. La joven Alexandra Holden es quizás menos sorprendente, pero realiza un trabajo efectivo al volverse el centro del filme a medida que la historia se desarrolla.

Sin embargo, no todo es perfecto en "Dead End", y desafortunadamente, las actuaciones de Amber Smith y principalmente Mick Cain, demeritan la calidad de la película debido a su mala calidad. Cain en particular es bastante pobre en su interpretación como Richard, y no le ayuda mucho el que su personaje sea el más pobremente desarrollado del grupo. Pero a pesar de estos dos detalles, las actuaciones en "Dead End" resultan bastante satisfactorias. Si el filme tiene un problema, es quizás que la cinta puede tornarse un poco lenta y repetitiva pues la película consiste mayoritariamente de una familia manejando en una carretera oscura. Es cierto que el guión de Andrea y Canepa mantiene las cosas en movimiento con buen ritmo y diálogos atinados, pero "Dead End" se hubiera beneficiado de que ocurrieran más situaciones en su narrativa para que disminuyeran los tiempos en donde no ocurre nada. Cabe destacar que aunque "Dead End" fue realizada con un presupuesto bajo, los directores Andrea y Canepa logran evitar que esto se vuelva demasiado obvio y logran hacer que la atención permanezca en la historia.

Inteligente, inquietante, y con un retorcido sentido del humor, "Dead End" es una película que presenta una especie de retorno a un estilo más tradicional de horror. Gracias a las excelentes interpretaciones de Wise y Shaye, así como al gran manejo de la atmósfera que hacen los directores Jean-Baptiste Andrea y Fabrice Canepa, "Dead End" es una experiencia de paranoia y suspenso al más puro estilo de "The Twilight Zone". A pesar de sus defectos, esta cinta demuestra nuevamente que con un buen guion, es posible realizar una película de calidad a pesar de que los recursos sean más bien limitados. Y como se mencionó anteriormente, si bien es probable que el final sea un poco predecible, lo realmente disfrutable de "Dead End" es el descenso de los Harrington al lado oscuro del camino.

7/10
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