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22 de noviembre de 2013

Asylum (1972)


Cuando se habla de cine de terror británico, el referente obligado es por supuesto las películas de horror gótico producidas por la Hammer Film Productions durante los años 60s y 70s. Sin embargo, no todo el horror inglés provino de la famosa casa de Drácula y el Barón Frankenstein. Inspirados por el éxito de Hammer en el género de horror, la compañía productora Amicus comenzó a realizar filmes de género en un estilo similar (a colores, e incluso con los mismos elencos), aunque con varias diferencias notorias: mientras que la Hammer se especializaba en producir filmes góticos y de época, Amicus optó por ubicar sus cintas en la época contemporánea y hacerlas antologías (ó filmes "portmanteau"), es decir, compilaciones de cuatro ó cinco historias cortas de terror. "Asylum", estrenada en 1972 y dirigida por el experimentado realizador Roy Ward Baker (quien ya había pasado por Hammer, dirigiendo entre otras, "The Vampire Lovers" de 1970), es un ejemplo perfecto del tipo de películas de horror que Amicus produciría durante la década de los 70s.

"Asylum" (literalmente, "Manicomio"), toma su título por el hecho de que la historia principal trata de un médico, el Dr. Martin (Robert Powell), quien llega a un manicomio para una entrevista de trabajo. Su entrevistador, el Dr. Lionel Rutherford (Patrick Magee) decide ponerlo a prueba: uno de los pacientes es el Dr. Starr, el antiguo director del manicomio, quien ha perdido la razón tras sufrir un terrible colapso nervioso. El Dr. Martin deberá entrevistar a los pacientes del manicomio e identificar cual de ellos es en realidad el Dr. Starr. Si logra reconocerlo, Martin podrá aspirar al puesto. Así, el Dr. Martin se adentra a las instalaciones, entrevistando a cada paciente en su respectiva celda, donde escuchará sus historias. La paciente Bonnie (Barbara Parkins) contará una historia de ambición y brujería, mientras que el sastre Bruno (Barry Morse) revelará su aterradora experiencia con una tela muy especial. Barbara (Charlotte Rampling) detallará su entrañable amistad con Lucy (Britt Ekland), mientras que Byron (Herbert Lom) hablará de un espeluznante experimento sobre la transferencia de almas.

El escritor Robert Bloch (autor de la novela "Psycho", llevada al cine en 1960) escribe el guión de "Asylum", tomando como base cuatro de sus historias cortas, a las que agrega el tema del manicomio como marco central de la película. Aunque el uso de una historia que encierre los demás cuentos es algo bastante común en las antologías producidas por Amicus, el que Bloch emplee el tema del manicomio brinda a "Asylum" una identidad propia bastante particular, pues permite que las historias se muevan entre lo realista y lo fantástico con gran libertad, después de todo, son los cuentos de un grupo de pacientes. Dos grandes temas principales aparecen en las historias de Bloch: la animación de objetos inanimados y la suplantación de la personalidad. Este último finalmente resuena en la historia central pues finalmente, Martin debe encontrar quien de los pacientes es el Dr. Starr. Sin embargo, este tópico queda un poco forzado cuando nos damos cuenta que al menos dos de los pacientes entrevistados son demasiado jóvenes como para ser tomados seriamente como candidatos a ser el Dr. Starr.

Para 1972, el director Roy Ward Baker era ya considerado uno de los realizadores más experimentados del Reino Unido, habiendo dirigido clásicos como "Morning Departure" (1950) y "A Night to Remember" (1958). Aunque al trabajar en Amicus Productions se enfrentara a bajos presupuestos, Baker tenía ya el talento y la experiencia para hacer más con menos, y en "Asylum" vemos el ejemplo perfecto de esto. Si algo tienen las antologías, por su misma naturaleza, es la tendencia a ser dispares en cuanto a la calidad de las historias que las forman, y tristemente, "Asylum" no es la excepción. Sin embargo, el director Roy Ward Baker logra atenuar un poco esto manteniendo un grado igual de calidad y coherencia estilística a lo largo de las historias. A pesar de los tonos diversos en que se mueven, el estilo visual que maneja el director Roy Ward Baker mantiene a lo largo del filme una cierta atmósfera de intranquilidad, de sombría anormalidad que beneficia mucho a la película. Aunque el guión no sea el punto fuerte de "Asylum", la realización de la cinta es realmente impecable.

Como en la gran mayoría de las películas de Amicus, el elenco lo forman una mezcla de leyendas consagradas del género (Cushing y Lom), y jóvenes en busca de oportunidades para destacar (Ekland y Rampling). El resultado, como en cada antología de filmes, varía en cada historia, aunque en general el trabajo actoral en "Asylum" es de buena calidad. Por una parte, existen interpretaciones bastante sobrecogedoras, como las de Morse y Cushing en la historia del sastre, en la que ambos actores logran capturar perfectamente el tono ligeramente exagerado que la trama de fantasía sobrenatural demandaba. Por otro lado, Britt Ekland y Charlotte Rampling no son tan afortunadas en su historia, que se mueve más dentro de los terrenos del terror psicológico. Aunque la historia donde participan, "Lucy Comes to Stay", es tal vez la más floja de las cuatro, una mejor interpretación por parte de las protagonistas hubiera significado una mejoría significativa. Patrick Magee, quien interpreta al Dr. Lionel Rutherford en la historia principal, realiza un trabajo notable como el autoritario y controlador médico.

A pesar de algunas actuaciones más bien mediocres, "Asylum" no tiene su punto débil en el elenco, que en general hace un trabajo muy efectivo. Más bien, las debilidades se encuentran en el guión de Bloch. Como se mencionó anteriormente, es normal en las antologías que algunas historias no funcionen tan bien como otras, y desafortunadamente ese es el caso de "Asylum", pues mientras que "The Weird Tailor", "Frozen Fear" y la historia principal logran ser sumamente interesantes, "Mannikins of Horror" y particularmente "Lucy Comes to Stay", no alcanzan el mismo nivel. El caso de "Lucy Comes to Stay" es especialmente interesante pues su trama es una suerte de variación de "Psycho" (por lo que no es terreno extraño para Bloch) en un ambiente juvenil que no acaba de funcionar por la solemnidad con la que se desarrolla la historia, volviéndola un tanto lenta y algo aburrida en comparación con el resto de las historias. Caso contrario el de "Mannikins of Horror", cuya interesante premisa tal vez se hubiera beneficiado de un tono fantástico mucho más sombrío.

Aunque de un presupuesto menor que las cintas góticas de Hammer Films, las antologías de Amicus Productions podían llegar a ser tan o más interesantes que las producciones de su rival, y "Asylum" es tal vez la mejor prueba de ello. Aunque tal vez no represente el mejor trabajo de Robert Bloch, la película se beneficia enormemente de la maestría con la que Roy Ward Baker desarrolla la historia, así como del efectivo trabajo del fotógrafo Denys N. Coop, que logran devolverle a la moderna Inglaterra contemporánea esa atmósfera sombría y misteriosa de las clásicas historias de horror gótico de la época Victoriana. Una mezcla perfecta de lo antiguo y lo moderno. A pesar de ser menos conocidas que las cintas de la Hammer Films, bien vale la pena conocer la obra de Amicus Productions y "Asylum" es una gran forma de hacerlo.

7/10
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